Ahora me quieren a mí.

Yo ya tuve miedo
yo ya tuve inseguridad
yo ya fui torturada
yo ya viví sin libertad.

No me dejaron hablar en clase
me trataron como incapaz
me obligaron a callar ideas
como quien enjaula un zorzal.

Mi jefa me llamó dramática
por buscar dignidad
ningunearon mi reclamo
como los de tantas más.

Mataron a mi compañera
la tiraron por ahí.
Se llevaron a la negra.
ahora me quieren a mí.

¿No sabes que soy eterna?
¿No conoces el poder de mis protectoras?
¿No es que soy como el agua?
Mírame, nunca voy sola.

Viva me quiero
viva te quiero
vivamos sin miedo
el río siempre va al océano.

Toma

Toma Señor y recibe la alegría de gozar del arte.
Toda la libertad que experimento con mi cuerpo al conocerlo, habitarlo y contemplar sus luces y sombras.
Mi memoria sin dolor por tiempo pasado, mi entendimiento sobre política, feminismo y derecho, mi voluntad a veces débil que quiero fortalecer.
Todo mi haber, que es muy poco y mi poseer que no necesito.
Tú me  lo diste, soy agradecida, a vos lo torno.
Todo, todo es vuestro, inclusa yo.
Disponed conforme a tu voluntad santa y justa.
Dame tu amor infinito, dulce y bonito.
Amor y gracia -gratuita-de gratis-regalada-donada-.
Que esto me basta,
Amén.

Secretos gemelos... espero

Parquecito capitalino...
Secreto en la cosa de sonido...
¿será que tu secreto y el mío son gemelos?
¿será que en tu corazón también va surgiendo esto?
¿Dios querrá que poco a poco vayamos descubriéndonos ante el otro?
Seguro sabrá hacer bien las cosas y propiciar el mejor momento
Todo lo haces bien Señor y mi alma canta tu grandeza.
Permite que mi oración llegue hasta ti y óyeme
que solo quiero regalarle al chico
mi mayor bien,
mi gran tesoro,
tu Amor.

Soy de Dios.

Que le gustaba mi sonrisa decía. Que le gustaba ver mi rostro iluminado. Que le hacía sentir tranquilo porque era él el creador de esa luz, decía, que le gustaba saber que era por él esa risa.
Nada más lejos de la realidad, pero yo ciega y bruta, no lo notaba. Tan aferrado estaba a esa idea que creyó que era dueño de la mueca, y se la llevó, lo peor es que me hizo creer que sí, que sí era dueño de esa, mí sonrisa, y me dejó opaca, sin luz, en penumbras.

Yo adoraba mi sonrisa, y sobretodo quería devuelta mi luz. Pensaba entonces que tenía que traer al dueño de vuelta para que volviera con mi luz, y lo intenté una vez, y qué alegría, ¡volvió!, pero se apagaba, ¡otra!, y no duraba, y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra.

Algo anda mal, pensé. Tal vez si intento hacer memoria del inicio de esa luz en mi rostro pueda revivirla. Volví lo más atrás que pude en mi cassette. Y recordé mis mejillas gordas de pequeña, mis piececitos de empanada, y a mi madre diciendo: "Mi Camilita, hijita, serás de Dios". Instantáneamente mi luz volvió. No hay dueños, ni muecas vacías. Soy de Dios y mi sonrisa es para y por él.
La alegría de servir a Cristo en los hermanos.

Imagínate!


Ámame ahora, cuando mi cintura sigue estrecha y cuando la celulitis
es apenas perceptible en mis muslos, ámame ahora
cuando mi joven corazón corres tras sus sueños
y ruegue a Dios regalarte un don
Ámame luego, también, cuando lo nuestro dé vida,
cuando mi no tan joven corazón corra más lento
pero aun tras sus sueños, cuando parece que no merece la pena,
y necesites oír aquel sonido que te da vida,
ver aquél color que te recuerde lo bello
y recordar aquel momento en que una joven chiquilla decidió amarte por un momento que se tornó eterno.

¡¡Entonces ámame!!,
cuando el mundo diga que ya no amamos,
cuando los colores, a sus ojos, se vean opacos
y las melodías lejanas, arranquen una lágrima nostálgica.

Ámame cuando los sentidos parecen perdidos,
porque el amor no es cosa de percepción,
el amor no es cosa de oler, sentir oír, saber,
el amor es cosa sempiterna, donde las decisiones,
aun las más pequeñas se juegan el todo y
no mueren en la muerte sino que esta misma la dota de vida,
porque esto que ahora sentimos es un ápice de lo verdadero,
tan solo imagínate cariño lo que viene…

Con los ojos fijos en el cielo!


Una vez pensé en qué significaba ser adulto,
pensaba en las responsabilidades, en la edad
(cómo no?), en la familia, el trabajo, etc. pero
en todas esas categorias la adultez y la juventud
se confunde; para poder al fin encontrar diferencia
comencé a comparar a los jóvenes que me rodean
con los adultos más cercanos y teniendo presente
la sieguiente frase, "sueños de juventud" observé,
que por regla general, los adultos se distinguen
de los jóvenes porque han dejado de perseguir
sus sueños, esos , los más lejanos, ideales,
utópicos, esos que todos te dicen que son
imposibles, esos por los que luchaste incansablemente
y defendiste con uñas y dientes; probablemente
eso es lo que piensa la mayoría, que pasar a
ser adulto es quitar los ojos del cielo, dejar de
soñar y pegar los pies al suelo, agarrar la mochila
de las responsabilidades y subirse a la micro, mas
esa idea me parece lo menos atractiva que hay.
Yo creo que los sueños nacen suceptibles a extinguirse,
pero esa extinción tiene al menos dos modos:
su nulidad o su cumplimiento, (sí, algo así como las obligaciones de los contratos).
Elijo la segunda, quiero dejar de soñar, dejar de
imaginarme un mundo ideal, dejar de sostener
ideales y no por olvidarlos, sino que por cumplirlos
y ese será mi paso a la adultez, sí, dejaré de meramente
soñar para dedicarme a cumplir, seré responsable de
lo que soñe; y luego volveré a la juventud, en busca de
más sueños por cumplir, intentando hacer de lo real, lo ideal,
acercando el ser al deber ser, por un ser mejor, más bello y
más lleno de amor, pues ese es mi ideal, la perfección del
amor, la santidad.
Con los ojos fijos en el cielo!