
Una vez pensé en qué significaba ser adulto,
pensaba en las responsabilidades, en la edad
(cómo no?), en la familia, el trabajo, etc. pero
en todas esas categorias la adultez y la juventud
se confunde; para poder al fin encontrar diferencia
comencé a comparar a los jóvenes que me rodean
con los adultos más cercanos y teniendo presente
la sieguiente frase, "sueños de juventud" observé,
que por regla general, los adultos se distinguen
de los jóvenes porque han dejado de perseguir
sus sueños, esos , los más lejanos, ideales,
utópicos, esos que todos te dicen que son
imposibles, esos por los que luchaste incansablemente
y defendiste con uñas y dientes; probablemente
eso es lo que piensa la mayoría, que pasar a
ser adulto es quitar los ojos del cielo, dejar de
soñar y pegar los pies al suelo, agarrar la mochila
de las responsabilidades y subirse a la micro, mas
esa idea me parece lo menos atractiva que hay.
Yo creo que los sueños nacen suceptibles a extinguirse,
pero esa extinción tiene al menos dos modos:
su nulidad o su cumplimiento, (sí, algo así como las obligaciones de los contratos).
Elijo la segunda, quiero dejar de soñar, dejar de
imaginarme un mundo ideal, dejar de sostener
ideales y no por olvidarlos, sino que por cumplirlos
y ese será mi paso a la adultez, sí, dejaré de meramente
soñar para dedicarme a cumplir, seré responsable de
lo que soñe; y luego volveré a la juventud, en busca de
más sueños por cumplir, intentando hacer de lo real, lo ideal,
acercando el ser al deber ser, por un ser mejor, más bello y
más lleno de amor, pues ese es mi ideal, la perfección del
amor, la santidad.
Con los ojos fijos en el cielo!